El demonio de Tasmania es el carnívoro marsupial de mayor tamaño existente en la actualidad. Tiene un cuerpo robusto y achaparrado, con un centro de masas relativamente bajo, cuello corto, cabeza grande y una cola que es aproximadamente la mitad de la longitud del cuerpo. Sus patas delanteras son ligeramente más largas que las traseras, algo excepcional entre los marsupiales, y pueden correr a una velocidad de 13 km/h en distancias cortas. La piel es por lo general negra, con manchas blancas irregulares en el pecho y el lomo (aunque el melanismo es relativamente frecuente, produciéndose aproximadamente en el 16% de individuos).Los machos son generalmente de mayor tamaño que las hembras, con una longitud media del cuerpo y la cabeza de 652 mm, 258 mm la cola y un peso medio de 8 kg, y 570 mm, 244 mm y 6 kg respectivamente, en el caso de las hembras; en Tasmania occidental suelen ser más pequeños.Tienen cinco largos dedos en sus patas delanteras, cuatro hacia el frente y uno que sale de lado, característica que les permite sostener la comida con las patas; las traseras tienen cuatro dedos. No tienen garras retráctiles. Están completamente desarrollados a los dos años de edad,y pocos viven más de cinco años en la naturaleza.
Los diablos se encuentran en todos los hábitats a la isla de Tasmania, incluidas las afueras de las zonas urbanas, y su área de distribución se extiende por todas las zonas continentales tasmanas y a la pequeña isla de Robbins (situada al norte, y que se comunica con Tasmania durante las mareas bajas).
Los demonios de Tasmania pueden cazar presas de hasta el tamaño de un canguro pequeño, pero por lo general son oportunistas y se alimentan de carroña más a menudo de lo que cazan presas vivas. Su dieta es muy variada y depende de la disponibilidad de alimentos. Aunque a la hora de cazar el diablo tiene preferencia hacia los wombats debido a su facilidad de depredación y de su alto contenido de grasa, también captura todo tipo de pequeños mamíferos nativos, como ratas, canguro y potorúes, mamíferos domésticos (incluidas las ovejas), así como aves, peces, frutas, materia vegetal, insectos, renacuajos, ranas y reptiles.Antes de la extinción del tilacino, el demonio de Tasmania comía cachorros de tilacino que quedaban solos en sus madrigueras cuando sus padres salían; este hecho podría haber contribuido a acelerar la extinción del tilacino el cual, a su vez, también se alimentaba de demonios. Se sabe que cazan ratas de agua en el mar y se alimentan de peces muertos que han sido arrastrados por las olas. Cerca de los hogares humanos, en ocasiones muerden las patas de las ovejas cuando asoman en los galpones de esquila de madera, dejando sus patas colgando.